sábado, 11 de abril de 2015

Miguel Cástulo Alatriste, prócer liberal de la Guerra de Reforma (1820-1862)


*Reseña leída en la ceremonia cívica organizada por el H. Ayuntamiento de Izúcar el 11 de abril de 2015 y en la cual se contó con la presencia del Lic. Baraquiel Alatriste, descendiente del general.

Nació el 26 de marzo de 1820 en la ciudad de Puebla, hijo de Joaquín Alatriste y de Francisca Castro; desde niño aprendió de su padre el oficio de sastre, lográndolo dominar en poco tiempo pero lo dejó porque su vocación era otra. Entre 1837 y 1840 realiza estudios de jurisprudencia en el Colegio del Estado, para posteriormente trasladarse a la ciudad de México estudiando en la Universidad Nacional; se recibe como abogado el 9 de marzo de 1844. Dos años más tarde le confieren la cátedra de Derecho Canónico en el Colegio de San Juan de Letrán de la capital de la república; también en ese mismo año contrae matrimonio con Josefa Conrada Cuesta; una de las hijas del matrimonio Alatriste Cuesta, Carmen, sería la madre de los Hermanos Serdán, precursores del movimiento revolucionario de 1910. En 1846 ocupó el cargo de capitán de la 5ta. Compañía del Batallón Hidalgo, con el cual tuvo participación al año siguiente en la lucha contra los invasores norteamericanos. Trabajó como abogado en el Tribunal Superior del Estado y en 1849 inició su carrera política al ser electo síndico del ayuntamiento poblano, para 1853 fue electo alcalde segundo pero en ese mismo año es desterrado de Puebla por ser opositor al presidente Santa Ana. Destacado miembro del partido Liberal don Miguel fue electo gobernador de Puebla el 15 de junio de 1857, tocándole un periodo de mucha inestabilidad por el enfrentamiento entre liberales y conservadores; hizo campaña en el norte del estado de Puebla y también en Veracruz y Tlaxcala; tras el triunfo liberal en la batalla de Calpulalpan, Alatriste regreso a la ciudad de Puebla en enero de 1861, donde retomó su encargo de gobernador, fue ascendido a general y el 3 de septiembre del mismo año renuncia debido a que el Congreso lo acusa de abandonar la capital poblana, al ir en persecución de una facción de conservadores. Poco tiempo duró inactivo el general Alatriste pues la ciudad de Puebla fue declarada en estado de sitio para enero de 1862 por la presencia de las tropas extranjeras en el puerto de Veracruz y a él se le nombra 2do. Comandante Militar del estado. Aunque pareciera difícil de creer, pues el país era preso de una invasión extranjera, se le ordena a Alatriste trasladarse a Izúcar de Matamoros para repeler un ataque de tropas conservadoras provenientes del estado de Guerrero y al mando del General Cobos. El 10 de abril de 1862, Alatriste y sus 500 hombres se hicieron fuertes en el cerro del Calvario, pero después de cerca de 6 horas de  arduo combate sucumben ante la superioridad de los 3000 soldados de Cobos. Don Miguel es herido y cae prisionero, sabiendo que su destino estaba ya escrito pide que se le permita escribir el parte de guerra de la batalla donde resalta la valentía de su tropa. A las 9:30 de la mañana del día siguiente es conducido a una capilla abandonada, en una de las esquinas del atrio de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán. Llegando el momento fatal de su fusilamiento exclamó con voz firme “Muero pidiendo por el bien de mi patria y de mi familia” y luego dirigiéndose a los soldados del pelotón les ordeno enérgicamente “¡Disparen con valor, que muero por mi patria! Fue declarado Benemérito del Estado el 28 de octubre del mismo año y sus restos descansan en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de la ciudad de Puebla.

Miguel Cástulo de Alatriste deja como legado su ejemplo como un hombre leal y servicial a los intereses de su país, sus profundas convicciones reflejadas en su actuar, sin duda representan valores cada día más escasos en nuestra realidad, nuestro reconocimiento a su aporte a México, a 153 años de su sacrificio.


Imagen de los años treintas del siglo pasado donde se marca en el círculo rojo la capilla posa donde fue fusilado el Gral. Alatriste; nótese como era el mercado así como la torre con el reloj, el cual actualmente se ubica en la parroquia de Santo Domingo.

Imagen actual donde se marca en el círculo rojo el lugar que ocupaba la capilla donde fue fusilado Alatriste y en donde hoy existe una placa conmemorativa; compárese con la anterior y como ha cambiado el entorno, ya con el mercado "de picos".

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