viernes, 16 de abril de 2010

LA HISTORIA DE UN CRONISTA






A continuacion compartimos un relato del cronista de Izúcar de Matamoros, Manuel Sánchez Cruz, en donde nos comparte como inició su labor y como ha desarrollado su labor de investigacion:


Desde pequeño siempre me gusto la historia, cuando empecé a ir a la escuela, una de las materias que más me agradaba, era historia. Desde la edad de 7 años, salía de mi casa con mi resortera y mi morral, y me iba a los cerros o al campo, a recoger pirinolas, cabezas, brazos, piernas de monos (ídolos), ya que Izúcar de Matamoros y su región es muy rica en materiales arqueológicos; todo lo guardaba en cajas de cartón y cuando llegaba algún pariente o amigo se los mostraba y en algunos casos los obsequiaba.

Otra mala costumbre según mis parientes, era la de ponerme a platicar con personas ancianas preguntándoles cuando habían nacido y lo que vieron en su época; aún recuerdo claramente cuando me ponía platicar con mi querida bisabuela, Sra. Guadalupe Sánchez Vda. de Cruz, y me contaba que ella nació cuando los franceses llegaron a México, además de todo lo que vio y escucho en su vida.
Recuerdo que cuando éramos pequeños a mis hermanos y a mi padre el Sr. Rafael Cruz Sánchez, nos compró la interesante obra, El TESORO DE LA JUVENTUD, la cual me ponía a leerla, una de las páginas de esta obra que me agradaba bastante, era el porqué de las cosas, después nos compró la obra de HISTORIA UNIVERSAL. Después con el tiempo fui adquiriendo libros sobre Arqueología e Historia, a la fecha cuento con una regular pero interesante biblioteca.

Hace 25 años por acuerdo del Honorable Cabildo del Ayuntamiento, se me nombró Cronista de la Ciudad, lo cual no fue por dedazo si no por los conocimientos que ya había adquirido. Tan pronto como los habitantes de Izúcar se enteraron de mi nombramiento, empezó el peregrinar de estudiantes que llegaban a mi casa diariamente inclusive hasta los domingos, en ayuda de algún dato histórico; en el año de mi nombramiento ya había 22 centros de estudio en Izúcar y de todas las escuelas acudían estudiantes solicitando mi ayuda. Con satisfacción puedo decir que nunca les cobre ni un centavo por mi trabajo.

Inicie mecanografiando datos históricos de Izúcar y poblaciones vecinas, los cuales los fui recopilando, con los cuales empecé hacer cuadernos engargolados con diferentes datos históricos; dichos cuadernos los empecé a llevar primero a la Biblioteca Pública del Ayuntamiento, y posteriormente a las escuelas que tenían biblioteca; todo los gastos de papel, copias y encuadernación de estos cuadernos fueron de mi peculio.
En cierta ocasión un buen amigo me comunicó, que otro “amigo” (Judas) andaba comentando que el nombramiento de cronista me lo dio mi madre, Sra. Profra. Guadalupe Cruz Benítez, cuando fue Directora de la Casa de Cultura del municipio. Este fue uno de los motivos que me impulsó para escribir mi primera obra, IZUCAR Y SUS BARRIOS PREHISPANICOS, el cual me costó algo de trabajo y problemas pero gracias a Dios, actualmente llevo la novena edición de esta obra; recuerdo que cuando salió al público, obsequie varios ejemplares a las bibliotecas y cuando los doné para la Biblioteca del Centro Escolar Lázaro Cárdenas, como fue la entrega en una ceremonia de los lunes, uno de los maestros les pidió a los estudiantes que me aplaudieran y él me daba las gracias por el folleto que done, le iba a contestar que todo documento en el que se recopilan y se imprimen datos históricos auténticos, se le denomina libro, porque cuesta bastante trabajo hacer un buen libro, con todos sus citas bibliográficas para mayor credibilidad.



Después elabore mi segunda obra “IZÚCAR EN SU HISTORIA”, hasta el momento, de todas mis obras este libro es el que me costó más trabajo. Como año y medio tuve una crisis depresiva, y hubo un momento de esa crisis en que por poco no edito el libro. Me lleve aproximadamente como 10 años en hacerlo, gracias a Dios, los Sánchez tenemos ese espíritu de lucha y de no dejarnos vencer por la adversidad, gracias a mi esfuerzo y dedicación y sin la ayuda económica del gobierno, lo saqué al público, actualmente voy en la segunda edición con un tiraje de 1000 ejemplares por edición.



El Presidente Municipal de San Juan Epatlán, C. Salvador Flores Hernández, en el año de 2006, leyó mi libro IZÙCAR EN SU HISTORIA, y le agrado, por tal motivo, me mandó a traer y me preguntó que si le podía hacer un libro sobre la historia de San Juan Epatlán, desde luego le conteste que sí, ya que cuento con la historia de varias poblaciones vecinas, únicamente le fui a pedir permiso a mi gran amigo y compañero de escuela, Maximiliano Castilla Flores, párroco de San Juan Epatlán, para consultar el archivo parroquial, el cual encontré bien ordenado y en perfectas condiciones. Los demás datos los consulté del Archivo General de la Nación.



Con un tiraje de 1000 ejemplares sobre la Historia de San Juan Epatlán, le entregue al mencionado presidente los mil ejemplares, el cual me remuneró por mi trabajo. Este libro me costó menos trabajo que los anteriores, en primer lugar por ser de menos páginas, y en segundo lugar ya contaba con mi computadora, esto me facilitó más el trabajo, por lo cual le entregue a la imprenta un CD con las fotos y otro con el texto.



Mi última obra IZÚCAR Y SUS HACIENDAS, me llevó cuatro años para elaborarlo, todo se me facilitó ya que es de bastante ayuda las maravillas de la computadora, además me ayudaron económicamente con la edición de 1000 ejemplares, por tal motivo su costo es menor, en comparación de otros libros, además tiene 140 buenas fotos, y lo más importante en un libro, en cada una de mis obras tienen las citas bibliográficas para mayor credibilidad.



Le doy gracias a Dios, porque de los tres libros sobre historia de Izúcar, sin ánimos de sentirme importante, me ha comunicado el bibliotecario de cada institución, que mis libros son los más consultados en cada biblioteca, además en algunas, aun conservan los cuadernos engargolados, con datos históricos que hace bastantes años yo los elaboré para ayudar a los estudiantes.

Con la colaboración de mi gran amigo y paisano, el Arqueólogo Raúl Martínez Vázquez, ya estamos trabajando en la elaboración de la próxima obra acerca de la historia del convento dominico de Izúcar, Dios mediante próximamente saldrá al público.