Celebrando el Día Internacional de la Mujer y felicitando a todas las mujeres de nuestro municipio.
*Ignacia Ruiz; sobre ella el cronista izucarense Silvestre Fuentes
menciona que fue una rica propietaria izucarense, quien se distinguió por su
patriotismo y amor a la causa de la independencia, apoyando a Mariano Matamoros
con dinero, cereales y forrajes. Cita Fuentes que el propio José María Morelos,
le extendió un documento con fecha 13 de octubre de 1812, en el cual se pedía no la perjudiquen por ninguna manera, ni a
ella, ni a sus bienes y fincas. Hasta aquí los escuetos datos de esta
comprometida mujer.
*Guadalupe Cruz Benítez; aunque nacida en la ciudad de Puebla, desde
muy niña vino a radicar con sus padres a Izúcar. Realizó estudios en el
Instituto de Artes Plásticas del Estado de Puebla, siendo su especialidad el
óleo y la acuarela. Fue profesora de pintura y dibujo del Centro Escolar
Presidente Lázaro Cárdenas por cerca de 20 años y también por varios años
dirigió la Casa de Cultura del municipio. De su obra se pueden mencionar sobre
todo la de temática religiosa, como son la pinturas de la Virgen del Perpetuo Socorro y la Santísima
Trinidad en el templo de San Juan de Dios (en esta última utilizó los
rostros de sus nietos para los ángeles) o bien la Alegoría del descubrimiento de las reliquias del apóstol Santiago
en la parroquia de Santiaguito.
*Josefina Esparza Soriano; nacida en la ciudad de Puebla en 1927
pero izucarense por adopción; realizó estudios en el Instituto Normal del
Estado de Puebla y por su talento para la poesía y la narrativa ganó varios
certámenes literarios estatales y nacionales. Después de dar clases en varias
instituciones de la capital poblana, en
1964 llegó a Izúcar, impartiendo cátedra en el Centro Escolar Presidente Lázaro
Cárdenas, la UEP así como el Colegio de
Bachilleres. Autora de varios libros como “Cauce”, “Leyendas de Puebla” o “En
el mundo de la infancia”. Directora fundadora de la Casa de Cultura de Izúcar en
1980, fue gran promotora de que se ocupara para este fin el antiguo hospital
juanino. En el 2001 su composición para el Himno al Estado de Puebla fue
oficializada como tal. Falleció el 7 abril de 2009.
*Oliva del Río Tapia; nació en Izúcar en 1932; en el año de 1948 fue
elegida reina de las fiestas patrias de Izúcar; gracias a su talento para el
canto y la música incursionó en la música con importantes grupos de esos años
como fueron las orquestas de Venus Rey, Javier Cugat y con Pepe Arévalo y sus
Mulatos. Tuvo la oportunidad de cantar en lugares tan lejanos como Japón o
Marruecos y también apareció en películas como: “Lagunilla mi barrio”, “Cadena
perpetua” y “Oye Salomé”; precisamente el tema homónimo fue uno de sus éxitos
en la radio de la década de los 70`s. Muchas personas de edad en Izúcar la
recuerdan cantando en el restaurante de su familia, que se ubicaba en el
antiguo edificio de la recaudación en el zócalo, lugar donde tuvo el honor de
cantarle a personajes como el general Lázaro Cárdenas, con quien por cierto
tenía parentesco. Murió el 2 de septiembre de 2015.*Lupita Alday. Nacida en 1922 y fallecida en 1994, era
secretaria ejecutiva y a principios de los años cuarenta
decidió irse al Distrito Federal para participar en un concurso en el que se
pretendía encontrar una nueva intérprete para Agustín Lara. Con la canción
“Bendita palabra” resultó ganadora en el año de 1942. A partir de ese momento
comenzaron sus giras, programas de radio en la XEW, centros nocturnos y
teatros. Lupita Alday fue contratada para actuar en Cuba porque gracias a la
radio ya era muy conocida en la isla. El empresario cubano Gaspar Pumarejo fue
quien le puso el nombre de “La voz que enamora” y así era anunciada en la
emisora de radio cubana CMQ. Como todas las cancionistas guapas de la época,
Alday participó en el cine mexicano, en películas que con algún pretexto
incluían números musicales, entre las cuales se pueden mencionar: Radio
patrulla (1951), Tres hombres en mi vida (1952), Sangre en el barrio (1952) y
La engañadora (1955). Manuel Bauche Alcalde afirmaba sobre ella: “Es la voz que
nos trae los amores idos, la ilusión perdida, todo lo que nos perfuma el alma y
llena de suspiro. Voz que envuelve de poesía una tarde cualquiera y nos lleva a
la bruma del ensueño”.
*Dolores Campos Ponce Nacida en el rancho Los
Limones, municipio de Izúcar de Matamoros, en 1880; de padres campesinos, desde
niña estuvo relacionada con las actividades agrícolas, aunque tuvo la fortuna
de aprender a leer y escribir. Acompañando a su padre en las labores de
arrendador de caballos y mulas, pudo estar al tanto de la zona de Izúcar y
Chietla; en este último lugar conoció a quien sería su esposo Celestino
Espinosa, compartiendo ambos la inquietud por el despojo de tierras contra el
que surgiría el movimiento revolucionario de 1910, sobre todo bajo el liderazgo
de Emiliano Zapata. El hijo mayor de la pareja Rafael, pelearía al lado de
Zapata y toda la familia sería leal a la lucha del caudillo morelense. Tras la
derrota del movimiento delahuertista, tanto Dolores como Celestino, se
convirtieron en importantes promotores de la lucha por la tierra, organizando
solicitudes y pidiendo la creación de ejidos. Celestino y Rafael sería
asesinados en ese contexto, por lo cual doña Lola se trasladaría a vivir a
Cuautla, Morelos, donde el destino la uniría a su familia pues fue muerta a
balazos el 6 de mayo de 1945, cuando atendía el pequeño negocio que allí había
instalado.


Excelentes mujeres que han dejado huella y orgullosamente Izucarenses.
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