Este 5 de febrero fue una fecha fundamental para nuestro país, pues se cumplieron 100 años de que en la ciudad de
Querétaro se promulgara la Carta Magna que hasta la fecha rige la vida política
de nuestro país; de alguna manera este hecho viene a consolidar, por lo menos
de manera jurídica, algunos de los postulados por los que había surgido el
movimiento revolucionario de 1910, el cual aún tendría otros capítulos por
escribirse. En esta breve colaboración se quiere tratar de cómo se recibió este
acontecimiento en nuestra heroica ciudad, para lo cual la documentación
presente en el Archivo Municipal de Izúcar, que está en proceso de rescate, nos
aporta un poco de luz.
Existe un expediente que trata sobre el tema en el cual
encontramos la circular emitida por el entonces presidente municipal Teófilo
Macareno, en la cual se invita a los empleados municipales a acudir a un paseo
cívico a celebrarse a las 8 de la mañana del día domingo 25 de febrero de 1917;
entre los funcionarios convidados a este paseo se encuentran el administrador
de rentas, el de correos, el juez menor, así como los jefes de la oficina de
telégrafos y de la estación del tren, este último cargo ya en la actualidad inexistente
en Izúcar. También se encontró una misiva firmada por el señor Bruno Guerrero
Reyes, a quien se le invitó a ser orador principal del evento cívico en
conmemoración por la promulgación de la constitución; dicho personaje, quien
años antes fue Jefe Político de Izúcar y era médico, se disculpa por declinar a
tan alto honor, argumentando estar enfermo: mi
condición enfermiza, me impide dedicarme a labores intelectuales, para poder
llenar satisfactoriamente el nombramiento por tratarse de un asunto de
trascendental importancia que es muy preciso dilucidar perfectamente ante el
público, comenta el referido personaje en el oficio antes citado.
Como se
puede interpretar no solo hubo un paseo cívico, en palabras llanas un desfile,
para celebrar el nacimiento de la nueva constitución mexicana, sino también una
ceremonia; a lo anterior se debe agregar que la novel carta magna se publicó en
un bando solemne, tal como hasta la fecha se sigue haciendo con los programas
de fiestas patrias; lo anterior se desprende del oficio enviado por el Jefe de
las Armas al alcalde izucarense, en donde confirma la participación de un
pelotón de infantería y caballería, en dicha proclamación solemne. Vale la pena
mencionar que la presencia militar en Izúcar se puede rastrear desde 1910, con
la salvedad de que variaba la brigada que tenía asiento en la ciudad, en este
caso en particular, era la brigada 16 del ejército constitucionalista.
Por último
en torno a esta conmemoración, se hace patente la presencia de ciertas
agrupaciones políticas destacadas, de manera particular se tiene un oficio
firmado por el vicepresidente del Club Antirreleccionista Miguel Cástulo
Alatriste de nuestra ciudad, quienes se dan por enterados de la ceremonia por
la promulgación de la Carta Magna; conviene recordar que el origen de estos
clubes se remonta a antes de 1910, cuando surgen como alternativas políticas para
socavar el sistema dictatorial porfiriano, sin duda el club más famoso en el
estado de Puebla fue el llamado “Luz y Progreso”, cuyo presidente fue nada más
y nada menos que Aquiles Serdán, protomártir de la revolución mexicana.
El club
antirreleccionista izucarense se ha encontrado mencionado en otros documentos
del archivo participando activamente en la vida política municipal, pero esto
deberá ser motivo de una futura colaboración. No queda más que resaltar la
relevancia del nacimiento de una nueva constitución hace ya 100 años, hecho
trascendental que no pasó desapercibido para las autoridades y la ciudadanía
izucarense de aquel 1917.
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