*Semblanza leída el 29 de octubre de 2014 durante la ceremonia cívica efectuada en el Parque Pavón.
Fue
un 29 de octubre pero del año de 1825 cuando el Honorable Congreso del Estado
de Puebla, en su decreto con número 155 le otorga al pueblo de Izúcar el título
de ciudad pero al mismo tiempo le agrega el apellido Matamoros para honrar la
memoria de tan insigne insurgente, quien vivió momentos trascendentales para la
Historia precisamente en esta soleada tierra.
Pero
las raíces de Izúcar se hunden en la profundidad del tiempo, toda vez que los
primeros pobladores de la región datan del periodo que los arqueólogos llaman
Preclásico, es decir hace aproximadamente unos 2500 años, cuando la entonces
aldea de Las Bocas, destacaba por su trabajo en la cerámica y por la presencia
de rasgos de la cultura olmeca. Aún no es claro aún si grupos de filiación
chichimeca fundan el asentamiento prehispánico de Izúcar y por ende sería
aventurado y hasta irresponsable dar una
fecha exacta de fundación; no obstante lo que si sabemos con certeza es que
para la época de los aztecas ya existía y que fue conquistada por éstos más o menos
a mediados del siglo XV; su glifo toponímico aparece en códices como la Historia Tolteca-Chichimeca y la Matrícula de Tributos.
Los
ecos de una nueva conquista llegarían a
Itzocan, el nombre nahua de Izúcar, en diciembre de 1520 cuando las
tropas españolas, ayudadas por milicias tlaxcaltecas toman la ciudad. Y decimos
la ciudad porque así se refiere a Itzocan Hernán Cortés, en sus cartas de
relación, donde además destaca dos cosas: su gran cantidad de templos y su
sistema de canales y acequias, que aún es visible en medio de la modernidad. Para
1533 comienza la otra conquista, la espiritual, la cual sería encabezada por la
orden dominica, quienes edificarían su monumental convento de Santo Domingo,
cuyo templo sería concluido hasta 1612. Otros testimonios del patrimonio
religioso de la época virreinal son la iglesia de Santiago Apóstol, cuya
monumental escultura entreteje su origen en la leyenda, la parroquia de Santa
María de la Asunción, construcción barroca destinada a los españoles de Izúcar
y erigida por órdenes del entonces obispo poblano y ahora beato Juan de Palafox
y por supuesto el templo del antiguo hospital juanino de Nuestra Señora de los
Dolores, cuya fachada barroca de mediados del siglo XVIII contrasta con su
austero interior.
Un
elemento que definitivamente modificó la vida de la fértil región izucarense,
conocida en los inicios de la Colonia como Coatlalpan, fue la introducción del cultivo de la caña de
azúcar y la industria que entorno a ella sigue existiendo y siendo parte
fundamental de la economía; los antiguos cascos de haciendas como San Juan Raboso, San Juan Colon o San Nicolás
Tolentino, son testimonios elocuentes de este proceso.
Para
la época de la independencia Izúcar tuvo una participación destacada, pues fue
testigo de la presencia de José María Morelos y incorporación del cura Mariano
Matamoros a la lucha, siendo su primera
batalla la del 17 diciembre de 1811; otro memorable hecho de armas fue el del
23 de febrero de 1812, donde los izucarenses comandados por Vicente Guerrero y
el padre José María Sánchez volvieron a triunfar para la causa libertadora.
Pero sin duda el hecho significativo de esta época fue la formación del que
para algunos historiadores fue el primer ejército mexicano en 1812, bajo el
liderazgo del cura Matamoros.
Para
mediados del siglo XIX, Izúcar fue participe de la lucha entre liberales y
conservadores, en donde una figura destacada fue la del general Miguel Cástulo
de Alatriste, quien fuera fusilado por los conservadores en nuestra ciudad el
11 de abril de 1862; cabe mencionar que los nietos de este destacado abogado y
militar, los hermanos Serdán serían los iniciadores del movimiento
revolucionario de 1910. En 1890, el ferrocarril llega a tierras izucarenses produciendo
cambios importantes para la economía y las comunicaciones.
Con
la llegada del siglo XX, Izúcar tuvo en sus calles la presencia del caudillo
Emiliano Zapata, quien tomó la ciudad en 1911; en 1933 la comunidad izucarense recibió
la inédita visita de la heroína revolucionaria Carmen Serdán en el histórico
templo de Santo Domingo de Guzmán. Por un día, el 15 de enero de 1955, nuestra
ciudad fue capital del estado pues el Congreso sesionó aquí para oír el informe
de gobierno del entonces gobernador Gral. Rafael Ávila Camacho, esto en el
contexto de la inauguración del Centro Escolar Presidente Lázaro Cárdenas.
Pasarían casi 60 años para que otra legislatura del congreso poblano le
aportara un mérito más, al declararla heroica por su papel en la lucha por la
Independencia, específicamente por la batalla de 17 de diciembre de 1811; dicha
declaratoria sucedió el 13 de diciembre de 2012.
Lo
antes mencionado es solo una parte de la rica historia y los hechos que han
configurado nuestra cabecera municipal, por lo cual en este aniversario nos
debe motivar a asumir un papel responsable y reflexivo para contribuir a lograr
una ciudad más equitativa y con un futuro promisorio. Felicidades Izúcar,
Felices 189 años como ciudad y felicidades a las y los izucarenses.
Ofrenda floral colocada por las autoridades municipales en el monumento a Mariano Matamoros.
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