En los próximos días tendrá lugar en Osma, España la beatificación del otrora obispo de Puebla de los Ángeles, Juan de Palafox y Mendoza, figura prominente no solo de la vida religiosa de la Nueva España del siglo XVII sino de la vida civil de la época. Es por lo anterior que quisiéramos compartir algunas reflexiones derivadas de su gestión en la mitra angelopolitana y como esto aun es palpable en la vida religiosa de Izúcar de Matamoros; si bien esto es un trabajo preliminar pues nuestro conocimiento sobre el prelado navarro es básico, vale la pena hacerlo del conocimiento para el blog y pues podría ser un primer granito de arena para un trabajo mas detallado.
Palafox fue obispo de Puebla entre 1640 y 1649, tiempo en el cual pudo visitar gran parte de las parroquias que formaban la diócesis, que en ese momento tenia un territorio muy amplio; Izúcar no fue la excepción pero quizá el punto medular de su gestión fue el proceso de secularizacion de las parroquias; en pocas palabras este proceso consistió en quitar a los religiosos de las ordenes franciscana, dominica y agustina, la administración parroquial que tenían hasta entonces. En el caso de Izúcar, la parroquia estaba a cargo de los padres dominicos quienes había llegado a la región por lo menos desde 1533 para evangelizarla.
Como era de esperarse los religiosos opusieron resistencia al decreto palafoxiano, el cual tenia fundamento en decretos reales, por lo cual se generó un fuerte conflicto; de las tres doctrinas dominicas en la región de la Coatlalpan (región de Izúcar), únicamente la de San Miguel Tilapa paso a manos de un cura diocesano, pues en el caso de las otras dos: Santo Domingo Izúcar y Santa María Tepapayeca, los dominicos no dejaron de prestar servicios parroquiales.
Ante este panorama el obispo Palafox se dio a la tarea de fundar nuevas parroquias en pueblos donde existían curas frailes, como sucedió en Izúcar donde se funda la parroquia de Santa María de la Asunción; el Archivo Parroquial de Izucar resguarda un documento que da fe de la erección de esta nueva parroquia en 1641; quizá lo mas llamativo de esta nueva parroquia es que es denominada de Españoles, denominacion única pues sabemos de otro caso similar en la diócesis poblana.
Si uno observa en muchos lugares de Puebla como Tepeaca, Acatzingo, Huaquechula, Cholula o Huejotzingo, se dará cuenta que existen en la plaza dos iglesias, una de las cuales se asocia a un antiguo convento; pues bien esto se debe al proceso de secularizacion palafoxiano. En el caso de Izúcar, en la plaza principal, el zócalo, en su costado oriente se ubica el templo parroquial de Santa María de la Asunción, sin embargo la parroquia de origen dominico no esta en la plaza sino unas calles al sur, pero responde al mismo patrón.
El cronista de Izúcar, Manuel Sanchez informa que antes de edificarse la parroquia de españoles, estos ocupaban como parroquia el templo de Santiago Apóstol, Santiaguito, como se conoce en Izúcar, templo que correspondia al barrio de Santiago Mihuacan (Sanchez, 2004). Sobre este punto vale la pena comentar dos situaciones: primero hasta donde se tiene conocimiento en ninguna parroquia los españoles tenían un templo especial para su culto, sino lo compartian con naturales y miembros de castas y segundo, de ser esto así no se logra comprender como compaginarían sus ceremonia los indígenas del barrio de Mihuacan con el culto por parte de los peninsulares y demás gente de razón; el mismo cronista Sanchez nos ha platicado acerca de que se rumora que había documentos antiguos que avalaban lo antes dicho en Santiaguito pero es solo un rumor.
Con la disposicion palafoxiana Izúcar tuvo a partir de 1641 dos parroquias que en documentos posteriores se diferenciaron como el curato de españoles (Asunción) y el de naturales (Santo Domingo); por si hubiera alguna duda de esto tanto en documentos del archivo parroquial como en censos levantados en la diócesis aparece dicha distinción. Los dominicos lograron sobrevivir a la tempestad de la secularización pero solo hasta 1755 cuando el obispo de origen canario Domingo Pantaleón Alvarez de Abreu logro que dejaran la parroquia de Santo Domingo al clero diocesano.
Creemos que sin proponérselo don Juan de Palafox contribuyó a fragmentar la unidad religiosa del pueblo de Izúcar en torno a su parroquia, pues con los dos curatos se acrecentó la división entre los naturales, que residian en los barrios y los españoles, residentes en el centro y en las haciendas; aunque parezca difícil de creer esta división aun subsiste en Izúcar y se refleja en muchos aspectos no solo de la vida religiosa sino de la vida civil; la dicotomía centro y barrios sigue mas que vigente y sus raíces se remontan a la epoca de Palafox. Hoy día es dificil que las personas de los barrios acudan a misa a la iglesia parroquial de Asunción pues el centro de sus celebraciones religiosas es el templo de Santo Domingo, la otrora parroquia de naturales. Fue en 1908 durante el episcopado de don Ramón Ibarra y Gonzalez , cuando las dos parroquias que tenia Izúcar se unieron en una sola, quedando como tal la de Asunción (Sánchez, 2004).
Por las carcaterísticas arquitectónicas del templo parroquial de Santa María este pueda asignarse al siglo XVII; dicho edificio es de planta criptocolateral, es decir una nave central con capillas a los lados; su fachada está trabajada en argamasa y tiene como remate una espadaña; el campanario es de dos cuerpos con cupulín rematándolo. El interior en la actualidad es mas bien neoclásico, producto de las remodelaciones que ha sufrido tanto desde finales del siglo XIX como en la segunda mitad del XX.
Desde hace dos años aproximadamente se ha estado redecorando el interior del templo con molduras y yeserías doradas, sin embargo dicho trabajo ha sido bastante deficiente no solo en la calidad de los materiales sino en el concepto mismo; molduras incompletas, marcos fuera de proporción, elementos sin dorar o solo a medio dorar, agregados hechos de tabicon, demeritan la importancia de este templo en Izúcar. Pero porque comentar lo anterior, pues mas que una queja de una mala intervención hay un punto que nos parece necesario resaltar a la luz del origen histórico de templo.
Entre los nuevo agregados al decorado se colocaron unos medallones sobre los arcos de entrada a las capillas laterales, en una de estas se colocó una leyenda en náhuatl (las demás están en latín), zihua pilli, cuya traducción seria mujer noble, en clara alusion a María, patrona del templo. Si bien estamos conscientes de los cambio litúrgicos que puede tener un templo, en este caso creemos se ha presentado un falso histórico en el edificio, esto porque si siempre se ha denominado a la parroquia de españoles, en pleno siglo XXI se da la ocurrencia de poner algo en lengua indígena, con lo cual se esta olvidado el origen del inmueble y la separación social que manifestó; ni siquiera en el templo parroquial de los naturales, la actual iglesia de Santo Domingo hay leyendas de este tipo, lo cual no seria raro si se considera el origen histórico del mismo.
Como colofón únicamente podemos resaltar que la influencia de Juan de Palafox no solo dejó huella en la ciudad de Puebla sino que tambien permeó hacia otros rincones de su querida diócesis de Puebla; para quien poco o nada sabia de este obispo vale la pena invitarlo a conocer su interesante vida no solo por cuestiones religiosas sino por sus aportes a distintos aspectos de la entonces sociedad virreinal; lo anterior es solo una sucinta reflexión de algo muy local pero Palafox fue mas y es sin duda un personaje clave para la historia de Puebla.
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