*Ponencia presentada en la V Convención Internacional de Archivistas (COINDEAR)-IV Foro Nacional de Legislación Archivística, ciudad de Puebla, noviembre de 2014.
PREÁMBULO
Rescatar
la memoria y la historia de su comunidad es una de las tareas primordiales de
los cronistas, los medios para llevar esto a cabo pueden ser varios, siendo uno
de ellos la búsqueda de documentos antiguos ya sea en el seno de las
instituciones públicas o de particulares. En el caso de las instituciones
públicas los repositorios por excelencia de esos documentos son los archivos,
que en el caso de varias comunidades son básicamente dos: los de gobierno civil
(archivos municipales o de las presidencias auxiliares) y por supuesto los
religiosos (archivos parroquiales).
Desde
el momento en que tuvimos el privilegio y la responsabilidad del nombramiento
de cronista municipal de Izúcar de Matamoros, asumimos como una tarea
fundamental la revisión del Archivo Municipal, el cual desde años anteriores
siendo un investigador cualquiera, estuvimos tratando de poder conocer su
contenido, pero aún con solicitudes formales nunca permitieron que entráramos.
Y es por ello que nos atrevemos a utilizar la palabra “mito”, para referirnos a
éste pues pocos habían tenido la fortuna de haberlo visto en los últimos años.
Físicamente
el repositorio izucarense se ubica en dos espacios, la parte que se podría
considerar más reciente, en un salón del Auditorio Municipal y el resto en dos
salones en la parte alta del expalacio municipal de Izúcar; por obvias razones,
cuando se nos autorizó entrar al archivo, se seleccionó la segunda área pues se
consideraba y se sabía por transmisión oral que la documentación más antigua se
encontraba aquí. No podemos omitir mencionar que cuando se solicitó el permiso,
siendo en este caso únicamente fue verbal, la petición causó asombro pues
nuestros propios compañeros del ayuntamiento
pensaban ¿Qué va a encontrar? ¿Son sólo papeles viejos? Y se abrió la
puerta y se recibió el golpe de la impresión pues el desorden era desmesurado;
en la entrega-recepción de la administración municipal pasada a la actual, el
archivo se entregó como una entidad única, como una “cosa” inseparable y
monolítica.
Lo
primero que se realizó fue una inspección ocular de todo el material expuesto,
encontrando una sección de archivo como de interés, la cual estaba en cajas de
cartón, especiales de archivo tipo AG12 y además contaba con anotaciones que
empezaban en 1904. Se pidieron materiales de limpieza y se comenzó la tarea de
abrir estas cajas; se notó que los documentos estaban en folders y con cierto
orden; en algunos casos había legajos amarrados. Se hizo una limpieza básica de
los documentos con bledo y en todo momento se utilizaron guantes y cubrebocas
para manejar los papeles. Hasta el momento de escribir este texto se han
revisado 20 de estas cajas.
Las
expectativas eran amplias, sobre todo tomando en cuenta el inventario realizado
en 1983 por personal del Archivo General de la Nación, el Gobierno del Estado
de Puebla, el INAH y otras dependencias, en donde se enlistaban 17 cajas
comprendidas entre 1838 y 1974, así como 4 expedientes de los años 1774 a 1818;
se buscó correlacionar este inventario con lo existente pero no hubo
concordancia, es más había cajas marcadas como del siglo XIX pero que dentro
tenían documentación del XX; aún falta mucho por revisar y se esperan
resultados más esperanzadores posteriormente.
A la
par de esta revisión se iniciaron las gestiones para tener el apoyo de ADABI de
México, tomando en cuenta la experiencia de esta asociación y que ellos
realizaron el inventario del Archivo Parroquial de Izúcar de Matamoros; la
solicitud la hizo el presidente municipal y meses después se recibió la
contestación así como una visita de personal de ADABI, para conocer in situ el caso del archivo izucarense;
ADABI hizo una propuesta económica pero lamentablemente el municipio no tenía
la capacidad financiera para solventarla. Con este escenario, pues sabíamos que
debíamos continuar en solitario pero con mucho entusiasmo para desentrañar
páginas no conocidas de la historia de nuestra heroica ciudad.
LA
INFORMACIÓN PRESENTE EN EL ARCHIVO
Fundamentalmente
la información que se ha podido encontrar corresponde a lo emitido por la
presidencia municipal y por el otro la de la Jefatura Política de Izúcar,
siendo lo más abundante esto último, en un lapso comprendido en las dos
primeras décadas del siglo XX. Conviene hacer notar que las jefaturas políticas
fueron instancias de gobierno intermedias entre los gobernadores y los
presidentes municipales, las cuales aunque se originan desde principios del
siglo XIX a través de la Constitución de Cádiz en España, tuvieron un
importante y vital papel en el sostenimiento del régimen dictatorial
porfirista; si bien los jefes políticos traspasaron el inicio del movimiento
revolucionario, su muerte definitiva se dio con la Constitución de 1917 aunque
ya en 1914 Venustiano Carranza había decretado su desaparición (Mecham, 1984).
Otra
parte importante del repositorio corresponde a documentación del Registro Civil,
la cual se encuentra amarrada en papel manila y hay una serie de materiales
variados que incluyen libros de diferentes temas, algunos ya dañados por la
humedad; cuestiones relacionadas con compras, recibos de años pasados, hojas
membretadas de anteriores administraciones, invitaciones, entre otras cosas se
encuentran diseminadas en anaqueles metálicos. Además, hay toda una parte del
salón con carpetas divididas por dependencias municipales, pertenecientes a dos
periodos de gobierno entre 2002 y 2008, los cuales a simple vista no aparentan un
desorden.
Conviene
exponer sobre la información localizada en el acervo perteneciente a la
Jefatura Política, en donde se ha localizado que el documento más antiguo, es una lista de
entradas de personas al hospital municipal de San Juan de Dios, de 1884. Este
hospital fue fundado por los padres juaninos en el siglo XVIII y a mediados del
XIX pasó a ser administrado por la autoridad municipal; como un dato curioso,
se encuentra en la oficina del presidente municipal, un libro del siglo XVIII,
correspondiente precisamente a este hospital, pero de la época de la administración
de los frailes juaninos y el cual se resguarda en una urna de madera.
La
información se encuentra mayormente en legajos cocidos y tiene una clasificación
general en dos categorías: departamento y sección; no obstante también hay
expedientes sueltos. En cuanto a la categoría de departamento se han localizado
los siguientes: Fomento, Instrucción Pública y Estadística; Gobernación y
Seguridad Pública; Justicia, Beneficencia e Higiene; y Hacienda. Otro conjunto
de documentos son los concernientes a los casos llevados por los juzgados.
Se
encontró un legajo cuyo temática es las actividades de los zapatistas en la
demarcación de la jefatura política izucarense entre 1911 y 1912, de cuya
información ya se ha presentado un trabajo durante un encuentro de cronistas
hace unos meses[1];
precisamente entre estos documentos se ha hallado uno en donde se hace mención
de la toma de Izúcar por Emiliano Zapata y sus tropas, el cual está signado por
el jefe político Bruno Guerrero Reyes; la toma de la ciudad tuvo lugar en abril
de 1911 y se destaca que los miembros del ayuntamiento le piden al caudillo
suriano no quedarse con todo el dinero de la tesorería puesto había de pagarse
a los maestros que venían de fuera, a lo cual Zapata accede.
En
la Secretaría General del Ayuntamiento las actas de cabildo con que se cuentan
datan de la década de los 70´s del siglo pasado a la actualidad, por lo cual resultó sumamente interesante
localizar 3 de éstas, las cuales eran copias turnadas a la Jefatura Política y
son de la primera década del XX; también se han localizado inventarios de
entrega recepción y solicitudes de licencias de los jefes políticos,
presidentes municipales y regidores; es evidente que el movimiento
revolucionario trastocó la vida política de Izúcar, toda vez que las renuncias
y licencias fueron constantes. Además, se han podido agregar nuevos nombres de
personas que ocuparon la presidencia municipal y que no aparecían en el listado
oficial tanto de la galería de la Sala de Cabildos de Casa Colorada (sede del
gobierno municipal de Izúcar) como el elaborado por el fallecido cronista
Manuel Sánchez Cruz (Sánchez, 2004:166-169).
En
el tema educativo también se ha localizado información de sumo interés para la
historia de la ciudad y la región; hemos conocido de la existencia de las
escuelas del municipio así como de municipios vecinos, las cuales rendían
informes de asistencia y de calificaciones al jefe político. En Izúcar se
reportan una escuela católica denominada San Luis Gonzaga, la cual era solo
para niños, así como tres escuelas públicas; en el centro: la Central Matamoros
para niñas y la Central Pavón para niños, y en el barrio de Santiago Mihuacán
una escuela para niños denominada Zaragoza.
Las
fiestas patrias y su organización también han sido un tópico hallado en los
legajos revisados hasta el momento; se puede destacar un bando patrio de las
fiestas de 1913 así como la invitación respectiva; como un hecho llamativo de
la manera en que se desarrollaban estas festividades es que gran parte de los
actos tenían lugar en el Teatro Matamoros (por ejemplo la ceremonia del Grito
de Independencia) y quienes convocaban eran en el orden siguiente: el Jefe
Político, la Corporación Municipal o Ayuntamiento y el Jefe de las Armas; este
teatro ya no existe en Izúcar, en su lugar se encuentra el Auditorio Municipal
y aún hay algunas fotografías de los eventos en dicho recinto.
Se
ha localizado un documento donde consta la existencia de un club
antireeleccionista en Izúcar, el cual llevaba el nombre del general Miguel
Cástulo de Alatriste, héroe poblano de la guerra entre liberales y
conservadores y quien fuera fusilado en la ciudad izucarense en abril de 1862;
este personaje fue el abuelo materno de los hermanos Serdán y el documento en
cuestión es una queja acerca del desarrollo inequitativo de las elecciones,
esto en el mes de noviembre de 1911. El tema de las elecciones también es
tratado en varias fojas donde se muestra listas de los votantes por secciones
tanto del centro como de los barrios izucarenses.
Pero
no quisiéramos finalizar este breve repaso sin comentar que no únicamente hay
información de Izúcar, sino la hay también de municipios vecinos como Tlapanalá,
Tepeojuma, Tilapa, Tepexco, Huehuetlán y Teopantlán, los cuales formaban parte
de la jurisdicción de la jefatura política izucarense. Como hallazgo sui generis podemos mencionar una
fotografía de una persona del sexo masculino, la cual hace parte de un
expediente judicial por asesinato sucedido en el municipio de Tepexco y la cual
se difundió para identificar a este individuo.
PALABRAS
FINALES
El
trabajo en el archivo municipal izucarense es un proceso que continúa y va para
largo, se han disminuido las sesiones de trabajo por seguridad ya que la
ventilación en el espacio es mínima, esto siguiendo los consejos dados por el
personal de ADABI de México, quienes también han sugerido retirar del espacio
donde se ubica la parte histórica del repositorio. En las líneas antes expuestas
únicamente hemos hecho un recuento general del trabajo y algunas primicias de
los datos recuperados, la cual aún debe ser procesada para tener información
inédita de la historia de nuestro municipio y región; se seguirá insistiendo
para ver si el proyecto de ADABI puede financiarse más adelante o en su defecto
se buscarán apoyos con otras instancias.
Estamos
ciertos que el trabajo reseñado aun es mínimo pero a nuestro juicio el “mito”
que era este archivo ha dejado de serlo, aunque modestamente ya es una
realidad, la cual nos está proporcionando información significativa de Izúcar y
los izucarenses; no podemos dejar de agradecer el apoyo de nuestras autoridades
municipales pero aún falta mucho por hacer y esperamos en un futuro no muy
lejano mayores recursos, pues rescatar la memoria de la comunidad es algo
fundamental.
BIBLIOGRAFÍA
4 Archivo
Municipal de Izúcar de Matamoros.
& MECHAM,
J. Lloyd. “El Jefe Político en México” en Secuencia,
No. 4 enero-abril de 1986, pp.143-156.
& RODRÍGUEZ
Ochoa, Patricia (coordinación) Los
Archivos Municipales de Puebla, México, Gobierno del Estado de
Puebla-Archivo General de la Nación, 1985.
& SÁNCHEZ
Cruz, Manuel. Izúcar en su historia,
Edición del Autor, 2004.
Uno de los documentos que resguarda el Archivo Municipal de Izúcar.